El joven Temujin se ha convertido en Gengis Khan, el victorioso comandante que conseguirá unir a las tribus más belicosas de las estepas. Su intención es forjar una nueva nación en las salvajes llanuras y montañas de Mongolia, un nacimiento sangriento que pondrá a un continente de rodillas.
Durante miles de años, las tribus han sido mantenidas a raya por las fortalezas del imperio de los Chin, una tierra de enorme riqueza e ingentes ejércitos imbatibles. A cambio, los guerreros de Gengis sólo poseen el arco, el caballo y una disciplina de hierro nacida de una tierra de hielo, hambre y muerte. Las murallas de piedra se ciernen sobre los jinetes mongoles, su khan deberá derrotar al antiguo enemigo y llevar a su pueblo a la grandeza o ver cómo su gente se dispersa y sus sueños se rompen en mil pedazos.
CONN IGGULDEN, nos regala en EL SEÑOR DE LAS FLECHAS la secuela de EL LOBO DE LAS ESTEPAS (también reseñada en este blog), donde nos narra las campañas de unificación de las tribus esteparias, en las que Temujin se ha convertido finalmente en GENGIS KHAN y que a base fuego y sangre, y tras conquistar y unificar a las tribus merkitas, keraitas, kirguises, uirgures y otras tantas, amenaza con hacerlas marchar contra el odiado imperio Chin.
Durante Siglos el Imperio Chin ha mantenido fuera de sus murallas a las salvajes tribus de las estepas, que al ser estas muy numerosas constituían una amenaza en ciernes sobre las civilizadas ciudades imperiales. Por esta razón, por mucho tiempo, los gobernantes Chin, procuraron sembrar la dicordia y la desunión entre las tribus mongolas, en ocasiones utilizando su influencia política, asi como valiéndose de la intriga e incluso contratando mercenarios, que mantuvieran enfrentadas entre si a esas aguerridas e indómitas tribus.
En EL SEÑOR DE LAS FLECHAS, el protagonista, Gengis Khan ha alcanzado la madurez y ha pasado de ser aquel pequeño curioso y vivaz, a convertirse en un guerrero despiadado, un líder poderoso e inmisericorde, que apoyado por miles de guerreros cabalgan sobre las estepas constituyéndose en una implacable amenaza para los pueblos asiáticos.
Me gusta el Gengis Khan de este autor, ya que lo muestra como un personaje de su tiempo, ausente de presentismos morales y romanticismo, el conquistador es cruel, iracundo e incluso despiadado con sus enemigos, aunque con un sentido del honor propio de la época.
CONN IGGULDEN consigue con EL SEÑOR DE LAS FLECHAS, que el lector sea transportado a la antesala de la invasión del imperio Chin por las hordas hunas, en una novela de ritmo ágil, lenguaje sencillo y totalmente envolvente. El lector revivirá la dureza de la vida en las estepas, en tiempos en que únicamente los mas fuertes eran capaces de sobrevivir al día a día. La descripción de la vida en los campamentos es recreada con gran realismo, así como las batallas a lomos de caballos, entre flechas y lanzas, reflejan a la perfección la brutalidad que caracterizaba la guerra en el siglo XII.
Honor, traición y muerte, en una novela repleta de acción y aventura, que recrea sobre una base de buena documentación los hechos conocidos sobre la vida del gran Khan, y que especula ahí donde la fuente histórica es mas bien escasa, convirtiendo a EL SEÑOR DE LAS FLECHAS en una lectura obligatoria.
4/5.5 Estrellas para esta muy buena novela histórica.
CONN IGGULDEN, nos regala en EL SEÑOR DE LAS FLECHAS la secuela de EL LOBO DE LAS ESTEPAS (también reseñada en este blog), donde nos narra las campañas de unificación de las tribus esteparias, en las que Temujin se ha convertido finalmente en GENGIS KHAN y que a base fuego y sangre, y tras conquistar y unificar a las tribus merkitas, keraitas, kirguises, uirgures y otras tantas, amenaza con hacerlas marchar contra el odiado imperio Chin.
Durante Siglos el Imperio Chin ha mantenido fuera de sus murallas a las salvajes tribus de las estepas, que al ser estas muy numerosas constituían una amenaza en ciernes sobre las civilizadas ciudades imperiales. Por esta razón, por mucho tiempo, los gobernantes Chin, procuraron sembrar la dicordia y la desunión entre las tribus mongolas, en ocasiones utilizando su influencia política, asi como valiéndose de la intriga e incluso contratando mercenarios, que mantuvieran enfrentadas entre si a esas aguerridas e indómitas tribus.
En EL SEÑOR DE LAS FLECHAS, el protagonista, Gengis Khan ha alcanzado la madurez y ha pasado de ser aquel pequeño curioso y vivaz, a convertirse en un guerrero despiadado, un líder poderoso e inmisericorde, que apoyado por miles de guerreros cabalgan sobre las estepas constituyéndose en una implacable amenaza para los pueblos asiáticos.
Me gusta el Gengis Khan de este autor, ya que lo muestra como un personaje de su tiempo, ausente de presentismos morales y romanticismo, el conquistador es cruel, iracundo e incluso despiadado con sus enemigos, aunque con un sentido del honor propio de la época.
CONN IGGULDEN consigue con EL SEÑOR DE LAS FLECHAS, que el lector sea transportado a la antesala de la invasión del imperio Chin por las hordas hunas, en una novela de ritmo ágil, lenguaje sencillo y totalmente envolvente. El lector revivirá la dureza de la vida en las estepas, en tiempos en que únicamente los mas fuertes eran capaces de sobrevivir al día a día. La descripción de la vida en los campamentos es recreada con gran realismo, así como las batallas a lomos de caballos, entre flechas y lanzas, reflejan a la perfección la brutalidad que caracterizaba la guerra en el siglo XII.
Honor, traición y muerte, en una novela repleta de acción y aventura, que recrea sobre una base de buena documentación los hechos conocidos sobre la vida del gran Khan, y que especula ahí donde la fuente histórica es mas bien escasa, convirtiendo a EL SEÑOR DE LAS FLECHAS en una lectura obligatoria.
4/5.5 Estrellas para esta muy buena novela histórica.
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