En la retorcida y divertidísima visión de Max Barry sobre el futuro próximo, el mundo está en manos de enormes empresas americanas (excepto unas pocas ilusas que se niegan a entrar en el juego, como las francesas); los impuestos son ilegales, los empleados toman sus apellidos de las empresas para las que trabajan; la Policía y la Asociación Nacional del Rifle (ANR) son empresas de seguridad con las que se comercia públicamente; el Gobierno sólo investiga delitos si puede pasarle la factura a un determinado ciudadano. ¡Es el paraíso del libre mercado! Hack Nike es un empleado de segunda a quien no se le da demasiado bien negociar su salario. Así que cuando John Nike y John Nike, ejecutivos de la tierra prometida del marketing, le ofrecen un contrato, lo firma sin leerlo. Desgraciadamente, el nuevo contrato de Hack le obliga a cometer asesinatos con el fin de dar publicidad a unas nuevas zapatillas Nike de 2.500 dólares el par. Asustado, Hack va a la Policía, que entiende que lo que les está pidiendo es una subcontrata, y dan en arriendo el trabajo a la ANR. Muy pronto, Hack se ve perseguido por Jennifer Gobierno. Jennifer es una mamá estresada, vigilante del mundo empre-sarial y agente gubernamental que lleva un código de barras tatuado bajo su ojo. Su principal objetivo es cazar a John Nike (el jefe del otro John Nike). En un mundo en el que el lugar que uno ocupa en el trabajo es vital, donde la posesión más preciada es una tarjeta de crédito de platino y el eslogan publicitario da paso a la artillería por la lucha de mercados, Jennifer Gobierno es quien protege los intereses del consumidor, el perro guardián del consumo procedente del infierno.
Imagina un mundo donde el Gobierno no es mas que un símbolo olvidado y vendido al mejor postor. Una mundo en que el libre mercado dirige los destinos de los hombres, quienes a su vez han pasado a ser parte del patrimonio empresarial de gigantescas corporaciones que al ser contratados, los pobres empleados asumen su nombre como su propio apellido. En este mundo, un tanto distopico aunque no tanto como nos gustaría que fuera, se desarrolla JENNIFER GOBIERNO, la segunda novela de MAX BARRY y que finalmente acabaría por catapultarlo a un nuevo nivel.
¿Te suenan los nombres: NIKE, MITSUI, AMERICAN EXPRESS, MERCEDES-BENZ, MCDONALDS, WAL-MART y PEPSICO ?, por supuesto, estas marcas tan conocidas por ser lideres de ventas en cada una de sus ramas, son en JENNIFER GOBIERNO prácticamente las dueñas del mundo moderno, o por lo menos del bloque económico occidental. En un mundo próximo, Estados Unidos de América se ha anexado en su totalidad el continente americano y Australia, por lo que el hemisferio oeste conocido como Los Estados Unidos de América, lo conforman países que van desde Alaska, Canadá, México hasta Argentina y Chile, compartiendo economía, moneda e idioma (¿no es esto programación predictiva?) y en la filosofía del consumo es la base de la educación y el único motor de la economía. En Europa
Dentro de este panorama, MAX BARRY nos narra la historia de una serie de singulares personajes, que van desde simples trabajadores administrativos hasta agentes de gobierno, cuyas vidas habrán de colisionar una vez que una innovadora campaña de marketing sea llevada a cabo al extremo por la marca NIKE con el fin de promocionar sus famosas zapatillas deportivas MERCURY, sucesoras de las legendarias NIKE AIR.
MAX BARRY ha utilizado como premisa la incipiente globalizacion y lo ha llevado al extremo consiguiendo llevar al lector a una nueva sociedad en la que los ciudadanos solo ven por ellos mismos, compiten brutalmente por los mejores empleos y hacen uso indiscriminado de los créditos que las grandes corporaciones les otorgan, sin que el gobierno pueda hacer nada al respecto.
JENNIFER GOBIERNO es una novela hasta cierto punto sencilla y salpicada de humor, pero al mismo tiempo, de manera desenfadada con una profundidad digna de mención. El estilo del autor es quizás demasiado directo y corto en sus descripciones, ya que al ser una novela relativamente corta, con apenas mas de 310 paginas, los acontecimientos se suceden tan apresuradamente que en ocasiones hay que volver un par de paginas para no perder el hilo. Los personajes en si son carismáticos a su manera, pero sinceramente no han sido creados para pasar posteridad, puesto que son un tanto planos y mecánicos.
La novela vale la pena ser leída, sin embargo me habría gustado que el autor hubiera desarrollado mas profundamente los personajes y hubiera llevado la trama con mas calma, los capítulos que son exageradamente cortos mas que dar fluidez a la lectura, la hace intermitente. Sin embargo hay excelentes momentos en la novela. A través de los protagonistas el lector inevitablemente realizara sus propios juicios, haciendo de una novela ligera y sarcástica una experiencia agradable y reflexiva.
A pesar de un desenlace un tanto agridulce, la novela me ha gustado. tiene humor e ideas inteligentes y extrañas, que parecen anticiparse a un futuro distopico tristemente lógico y congruente para nuestro presente.
3/5 Estrellas para MAX BARRY y su JENNIFER GOBIERNO.
