Ya han transcurrido
cuarenta años desde que el destino de dos niños, Aulus Cornelius y Lucius
Falerius quedó marcado por una profecía. Aulus, víctima de una traición, ha
muerto y Lucius, convertido en el senador más poderoso y ambicioso de Roma,
luchará por evitar hacer frente a su destino final. Mientras tanto en Hispania,
un joven Aquila intentará descubrir el mensaje oculto de un extraño amuleto en
forma de águila que le entrega su madre adoptiva en el lecho de muerte.
Esta novela la he visto circular en las librerías de la ciudad y me siento con la obligacion moral de advertir a los amantes de la novela histórica respecto a ella por si deciden pensárselo dos veces antes de adquirirla.
Esta es una novela que leí el año pasado pero que no reseñe, por lo que lo hago en este momento:
Esta es la segunda parte de una trilogía sobre la República de Roma, bastante pobre en realidad.
Es muy difícil
identificar Roma en una narración tan pobre y menguada como la de esta
novela. Debo reconocer que al terminar y tras entender que es una parte de
una trilogía, concederé el beneficio de la duda, antes de calificarla pues no
es una obra completa.
Cabe destacar que en lo personal me ha
parecido una novela bastante floja. El ritmo es bastante lento, en ocasiones
incluso algo mas que aburrido.
Los personajes actúan como si previeran
el futuro, anticipándose a los acontecimientos, rayando a veces en lo
absurdo.
Esto sin contar que no encontré ese personaje carismático y cuya
presencia, carácter y personalidad sacara la casta echándose la novela al
hombro, simplemente no apareció.
Esta es una novela de romanos mas bien
que sobre la República de Roma. En esta abundan cónsules inventados,
conflictos inexistentes, batallas narradas sin sentimiento y recreación de
escenarios totalmente insípidos.
En realidad fue un suplicio leerla, tanto
así que a la fecha aun tengo sueño…
Bastante floja en realidad. 2/5 Estrellas
solo por la portada.
Te voy a hacer caso y pasar de ella. ¡Ni por la portada!
ResponderEliminarSaludos.