En los infernales días de la primavera cubana en que llegan los vientos calientes del sur, coincidiendo con la Cuaresma, al teniente Mario Conde, que acaba de conocer a Karina, una mujer bella y deslumbrante, aficionada al jazz y al saxo, le encargan una delicada investigación. Una joven profesora de química del mismo preuniversitario donde años atrás estudió el Conde ha aparecido asesinada en su apartamento, en el que aparecen además restos de marihuana. Así, al investigar la vida de la profesora, de impoluto expediente académico y político, el Conde entra en un mundo en descomposición, donde el arribismo, el tráfico de influencias, el consumo de drogas y el fraude revelan el lado oscuro de la sociedad cubana contemporánea. Paralelamente, el policía, enamorado de la bella e inesperada mujer, vive días de gloria sin imaginar el demoledor desenlace de esa historia de amor.
Mario Conde ha vuelto señores. El detective Mario Conde, a quien conocimos en la novela PASADO PERFECTO, regresa en VIENTOS DE CUARESMA, segunda entrega de una saga policiaca que no hace mas que mejorar en esta excelente secuela.
Para los que tuvimos la suerte de haber leído PASADO PERFECTO, el retomar la vida del peculiar detective es un verdadero motivo de alegría, ya que Mario Conde es ya un clásico del genero, convirtiéndose en un importantísimo exponente del policía de novela negra, mas humano, con virtudes pero con mas defectos aun, cargado de todo ese humor involuntario que caracteriza a nuestros hermanos cubanos. Pero bueno, a Conde ya lo conocemos, así que entremos en materia.
Como la sinopsis lo menciona, Conde parece haber encontrado el amor, o por lo menos el objeto de su deseo, y es durante la narración de estos pasajes los cuales el lector no podrá dejar de leer con una sonrisa dibujada en el rostro, como cuando nos enteramos que a un viejo amigo, por fin y después de todo, se le empiezan a dar bien las cosas.
Esto es algo que considero muy importante puntualizar, ya que LEONARDO PADURA en apenas dos libros, nos ha regalado un personaje entrañable y por el cual y a pesar de su difícil carácter, hemos convertido en un ser querido, y esto no es algo que todos los autores consigan.
Y es que el cadáver de una joven profesora ha sido encontrado y el caso ha sido asignado a Conde y a su compañero Manuel Palacios - personaje que ya conocimos en PASADO PERFECTO - iniciando con las pesquisas en busca del asesino.
El estilo del autor en VIENTOS DE CUARESMA es por supuesto similar al de su anterior novela, por lo que si buscan en esta obra algo remotamente parecido a EL HOMBRE QUE AMABA A LOS PERROS, mejor busquen en otro lado; sin embargo para los amantes de la novela negra bien escrita, con descripciones en gran detalle tanto en la atmosfera, el ambiente y las relaciones y psicologia de sus personajes, esta sin duda es su novela.
Sobra decir, que LEONARDO PADURA nos interna en su trama desde la primera pagina, cautivando nuestra atencion y obligandonos a leer una historia sencilla en cuanto al hilo argumental del caso, pero profunda a la vez, en cuanto al retrato de la vida y personas de la Cuba de finales de los años ochenta, que atrapa, por su calidez, colorido y aromas.
Excelente novela negra, con todos los ingredientes requeridos para una agradable lectura: Un protagonista con carácter y de empatia instantanea, personajes secundarios interesantes y divertidos que ayudan al lector a situarse en epoca y lugar, un cadaver y un crimen bastante grotesco, corrupcion, nostalgia y buen sexo - perfectamente narrado.
Me ha encantado leerla, Mario Conde podria convertirse en mi compadre sin duda, y Harry Bosch no tendrian absolutamente nada que objetar al respecto.
4/5.5 Estrellas a esta novela que sin duda, es bastante mas corta de lo que deberia ser.
Para los que tuvimos la suerte de haber leído PASADO PERFECTO, el retomar la vida del peculiar detective es un verdadero motivo de alegría, ya que Mario Conde es ya un clásico del genero, convirtiéndose en un importantísimo exponente del policía de novela negra, mas humano, con virtudes pero con mas defectos aun, cargado de todo ese humor involuntario que caracteriza a nuestros hermanos cubanos. Pero bueno, a Conde ya lo conocemos, así que entremos en materia.
Como la sinopsis lo menciona, Conde parece haber encontrado el amor, o por lo menos el objeto de su deseo, y es durante la narración de estos pasajes los cuales el lector no podrá dejar de leer con una sonrisa dibujada en el rostro, como cuando nos enteramos que a un viejo amigo, por fin y después de todo, se le empiezan a dar bien las cosas.
Esto es algo que considero muy importante puntualizar, ya que LEONARDO PADURA en apenas dos libros, nos ha regalado un personaje entrañable y por el cual y a pesar de su difícil carácter, hemos convertido en un ser querido, y esto no es algo que todos los autores consigan.
Y es que el cadáver de una joven profesora ha sido encontrado y el caso ha sido asignado a Conde y a su compañero Manuel Palacios - personaje que ya conocimos en PASADO PERFECTO - iniciando con las pesquisas en busca del asesino.
El estilo del autor en VIENTOS DE CUARESMA es por supuesto similar al de su anterior novela, por lo que si buscan en esta obra algo remotamente parecido a EL HOMBRE QUE AMABA A LOS PERROS, mejor busquen en otro lado; sin embargo para los amantes de la novela negra bien escrita, con descripciones en gran detalle tanto en la atmosfera, el ambiente y las relaciones y psicologia de sus personajes, esta sin duda es su novela.
Sobra decir, que LEONARDO PADURA nos interna en su trama desde la primera pagina, cautivando nuestra atencion y obligandonos a leer una historia sencilla en cuanto al hilo argumental del caso, pero profunda a la vez, en cuanto al retrato de la vida y personas de la Cuba de finales de los años ochenta, que atrapa, por su calidez, colorido y aromas.
Excelente novela negra, con todos los ingredientes requeridos para una agradable lectura: Un protagonista con carácter y de empatia instantanea, personajes secundarios interesantes y divertidos que ayudan al lector a situarse en epoca y lugar, un cadaver y un crimen bastante grotesco, corrupcion, nostalgia y buen sexo - perfectamente narrado.
Me ha encantado leerla, Mario Conde podria convertirse en mi compadre sin duda, y Harry Bosch no tendrian absolutamente nada que objetar al respecto.
4/5.5 Estrellas a esta novela que sin duda, es bastante mas corta de lo que deberia ser.
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